Aurélien y María piensan en su danza como un espacio de diálogo tripartito, donde la dinámica colectiva se combina con la expresión individual y la inspiración musical. Enfatizan el juego rítmico y diferentes formas de interactuar con la música y entre sí. Les gusta prestar atención tanto a los momentos en que la individualidad encaja suavemente en el flujo colectivo como a los momentos en que surge y se resuelve la tensión.
Aceptan con curiosidad, dudas y alegría la responsabilidad de compartir un arte que nació en la comunidad afroamericana, en un contexto social y cultural muy diferente al suyo.
A veces te apetece una conversación tranquila, a veces quieres profundizar más. Sus clases son una mezcla de ambos.